En 1958 el matrimonio abrió un nuevo local en Avenida San Ignacio 9. Su hijo Ramón se hace cargo del mismo y Mariano continua en San Nicolás. En 1968 Ramón adquiere la total responsabilidad de San Ignacio junto a su esposa Dña. Irene Echarte, artífice fundamental del delicado trato con los clientes. El negocio se llamará Ramón Rubio Joyero, S.L. El actual local lo diseñó junto a los Rubio, el pintor D. Javier Sagardia, amigo de ellos. Hoy es un local cómodo, elegante y modernista al que más tarde se incorpora su hijo Mikel.